La posibilidad de que finalmente el mineral de hierro de Alquife pudiera salir desde allí es, sin duda, una molestia más para el pueblo, pero también una oportunidad para una mejora sustancial de sus actuales infraestructuras.
Lo apunta el propio alcalde, que ayer mismo daba un sí con condiciones al proyecto. Su primera condición es que se cumpla con todas las normativas ambientales y legales. La sgunda, y probablemente la más ‘sustanciosa’, la demanda de una mejora de las infraestructuras que colocaría a Carboneras como el municipio almeriense con mejores comunicaciones, excepción hecha de la capital.
El listado de sistemas del transporte carbonera ya incluye el nuevo puerto comercial, especialmente diseñado para albergar el tráfico de mercancías. Pero es que si se cumplen las peticiones del alcalde en unos pocos años habría una autovía para conectar el pueblo y la zona industrial con la Autovía del Mediterráne, conectando en Venta del Pobre, y dispondría de lo que no tine nadie en sus opciones de futuro, una conexión ferroviaria con la nueva línea de alta velocidad Almería-Murcia que está en construcción, y por la que llegarían los trenes desde Alquife.
De esta forma, la reapertura de las Minas de Alquife ha devuelto a primer plano de actualidad algunos de los proyectos que habían sido descartados en los últimos años, pero que ahora pueden rebrotar.
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